Ing. Agustín Bacigalupo
La gestión energética eficaz es un requisito de inicio para cualquier modelo negocio en
la actualidad, y también se está convirtiendo en una herramienta necesaria de uso
imperativo. La relevancia del nivel de información y datos con los que cuente su
empresa a la hora de poner en marcha el Sistema de Gestión de la Energía (SGE ISO
50001), dará el inicio a un círculo virtuoso que se extenderá en el tiempo, dado que la
puesta en marcha del mismo será la pieza clave para la planificación energética. De allí
en más, la gestión empresarial no estará desvinculada del Sistema de Gestión de la
Energía (SGE), y sus múltiples beneficios: mejora de costos, mitigación de riesgos,
planificación de activos, entre otros tantos. La operación diaria del negocio percibirá
impacto directo en rentabilidad y sustentabilidad.
El rango de situaciones de inicio es muy variado, pudiendo ser muy amplia y en nuestra
experiencia hemos encontrado empresas y procesos que cuentan con buena
información de partida, como un diagnóstico energético ya realizado y equipos para
gestión de los consumos (instrumental, medidores, sistemas informatizados), a la vez
que también es muy común encontrar situaciones opuestas de empresas en las que su
única fuente de información sobre los consumos energéticos son las facturas de la
empresa distribuidora de servicio eléctrico, gas, agua o compra de combustibles
líquidos. No importa cuán profundo esté abordado el tema o cuán limitado está el
conocimiento y los equipos de trabajo desde la fase inicial: importa la decisión firme
de gestionar la energía y visualizar la curva de mejora y múltiple impacto positivo para
el negocio.
La base general para implantar sistemas de gestión energética pasa por la concepción
de un sistema continuo en el cual no sólo se mida, sino que se gestione vigilando los
consumos energéticos en todas sus fuentes y en todos los procesos relevantes
aplicando herramientas de gestión como la auditoría energética y los sistemas de
revisión, capacitación y planificación. Para ello es necesario conocer el contexto
energético presente, conocer qué está guiando a que la empresa utilice los consumos
actuales y compartir la visión y ambición con la Dirección: Para ganar en productividad,
los conceptos básicos de demanda y gestión de la energía serán debidamente
implantados en toda la Organización.
Un aspecto clave que deberá ser considerado, se refiere al control operacional que la
organización ha de poner en marcha. Está vinculado con los planes de
funcionamiento, operación y mantenimiento de los procesos que pueden tener
influencia en la mejora continua del desempeño energético. Estos planes deberán
surgir del propio esquema de empresa (localización de sitios, tipo de consumo, modelo
productivo, contexto específico) y serán apropiados por el talento humano para la
debida garantía de éxito en el modelo de Sistema de Gestión de la Energía (SGE)
implantado.
Quizá el más importante de los aspectos a tener en cuenta en la puesta en marcha de
un SGE, es la definición de los indicadores de desempeño energético adecuados y el
cálculo de la línea base como referencia cuantitativa, que proporciona la referencia
de comparación del comportamiento energético entre sucesivos períodos evaluados.
Esto es posible de realizar, no solamente por seguimiento de la evolución de los
consumos energéticos de los procesos individuales, sino por el comportamiento
energético de la organización en forma global, que será reflejo de la mejora continua.
De esta forma se podrán hacer previsiones certeras y modelar el comportamiento
futuro en función de las variables más representativas oportunamente identificadas.
El mejor modo de lograr la implantación del Sistema de Gestión de la Energía (SGE), es
por medio de la norma ISO 50001, cuya irrupción (año 2011) ha generado una acogida
muy exitosa en una cantidad de países y su adopción por parte de todo tipo de
Organizaciones crece actualmente a ritmo vertiginoso. Esta norma internacional
engloba las prácticas de gestión energética consideradas más adecuadas en todo el
mundo. En su desarrollo, han participado Expertos en gestión energética de más de 60
países y ahora está plenamente disponible para ayudarle a aprovechar todo ese
conocimiento, día tras día, brindando una valerosa ayuda en la reducción de costos y
en el cumplimiento con los requisitos medioambientales.
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