Este año acompañamos a un cliente que decidió hacer una fiesta de fin de año distinta: un campamento de dos días en una estancia a las afueras de Buenos Aires.
Al momento del fogón nocturno. Se solicitó a cada participante que trajera un tronco para hacer la fogata común. Sentados, junto al fuego, comenzó la charla y el canto.
Los leños crepitaban. Se veían rojos con llamas doradas y azules que se perdían en la noche. El calor del fuego ayudaba a ignorar el fresco de la noche. La luz y el brillo que despedían las maderas al quemarse, iluminaban los rostros.
En un momento, cuando aún podrían sacarse los troncos sin peligro, se decidió que cada uno sacase su tronco y que buscara un lugar para estar solos y tranquilos, cada uno con un leño encendido para sí mismo.
Nos alejamos llevándonos nuestro propio fuego. Pronto se apagó el brillo del fueguito y cada cual experimentó la oscuridad y el frío, junto a un tronco que se enfriaba rápidamente. Al rato, poco a poco, cada participante levantó su leño y lo fue trayendo al lugar del fuego grande. A medida que llegaban, volvieron a encenderse las maderas, a crepitar, a calentar y a iluminar. Los rostros nuevamente brillaban y surgía un murmullo de las voces y las risas.
Entre todos construimos las siguientes reflexiones:
- El trabajo en equipo genera más impacto que los esfuerzos individuales:
así como los troncos producen más luz y calor cuando están juntos en una fogata común, en una empresa, las habilidades y energías de las personas generan mejores resultados cuando trabajan en conjunto. Separados, el impacto de cada uno es limitado. - La sinergia impulsa el éxito: al unir esfuerzos, el grupo genera algo mayor que la suma de sus partes: creatividad, energía y resultados. Una empresa que fomenta la colaboración y el apoyo mutuo logra un ambiente más dinámico, eficiente y productivo.
- La importancia de la conexión y la cultura compartida: el fogón también simboliza la cultura organizacional: un espacio común donde los colaboradores se sienten conectados. Si cada empleado se aísla (por conflictos o falta de motivación), la «llama» de la organización puede apagarse.
- El liderazgo fomenta la unidad: la decisión de reunir a todos alrededor del fuego nuevamente muestra cómo un buen líder puede guiar al equipo a comprender que juntos son más fuertes. El liderazgo es clave para mantener la cohesión y recordar la importancia del propósito compartido.
Nuestros profesionales tienen amplia experiencia en la transformación organizacional, el desarrollo de equipos de trabajo y la mejora de procesos.
Desde Q-Management acompañamos a las empresas en el camino de la adaptación, el desarrollo de nuevas posibilidades, modelos de negocio y gestión.