cómo gestionar el cambio.
rapidez en transformarse en una organización ágil.
Cuanto más rápido se adapta una empresa al cambio mayor es su probabilidad de éxito en el mercado. Hoy las compañías tienen el desafío de transformar su cultura burocrática en una cultura ágil con rapidez, simplicidad y confianza en sí misma.
Un cambio cultural hacia una organización ágil se asemeja a un lanzamiento de producto. Un producto nuevo se basa en los que los clientes necesitan ahora, no después. Si se llega demasiado tarde, quizás ya no se cumpla el propósito, o los clientes hayan optado por un competidor. Un cambio cultural posee el mismo sentido de urgencia.
La aceleración del cambio requiere habilidad, determinación y una imaginación considerable. Requiere desafiar los paradigmas y buscar maneras de hacer las cosas de modo diferente o mejor.
Para lograrlo se recomienda trabajar en tres áreas:
Acelerar la comprensión y el compromiso con el cambio por parte de la gente. Las personas deben aprender los nuevos modos de comportarse y pensar. Se debe combinar información, comunicación y educación respecto de la necesidad del cambio. Cuando la gente comprende la razón del cambio ofrece menor resistencia y mayor cooperación.
Acelerar los aspectos de acción y experimentación del cambio. Una de las quejas más comunes respecto de porqué los cambios llevan tanto tiempo es que los gerentes y jefes son los primeros que no cambian. Por eso se recomienda que los responsables de la empresa sean los primeros que cambien, y que con su ejemplo motiven a los demás.
El impulso debe estar destinado a acelerar el cambio y mantener la velocidad del mismo. Es necesario mantener la sensación de urgencia en todo el proceso de cambio.
La Norma ISO 9001:2015 propone que los cambios deben realizarse en forma planificada, teniendo en cuenta:
- El propósito de los cambios y sus consecuencias potenciales.
- La integridad del sistema de gestión de calidad
- La disponibilidad de los recursos,
- La asignación o reasignación de responsabilidades y autoridades.
El desafío se encuentra en captar y dirigir la energía de las personas en una dirección nueva, para ayudarlas a deshacerse de rutinas y hábitos arraigados y adoptar comportamientos nuevos. Es un esfuerzo dirigido a cambiar la manera de sentir, pensar y actuar de quienes trabajan en la organización.
Por Fernando Piñeiro
Nuestros profesionales tienen amplia experiencia en la transformación organizacional y la mejora de procesos.
Desde el comienzo de la pandemia estamos acompañado a varias empresas en el camino de la adaptación
y el desarrollo de nuevas posibilidades y modelos de negocio
Hemos asumido el desafío que nos impone la realidad adaptándonos con
MODALIDADES VIRTUALES que garantizan el éxito de los procesos.
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