La Importancia de Saber Escuchar
Una habilidad que requiere aprendizaje
Al igual que otras habilidades de comunicación, escuchar bien depende del conocimiento de los objetivos, de nuestros propios hábitos y de la elección de cómo responder.
Aprender a escuchar bien comienza por comprender qué tipo de oyente somos. Los especialistas Rebecca D. Minehart, Benjamin B. Symon, y Laura K. Rock, demuestran que existen cuatro estilos de escucha diferentes:
- Oyente analítico: tiene como objetivo analizar un problema desde un punto de partida neutral.
- Oyente relacional: tiene como objetivo establecer una conexión y comprender las emociones subyacentes a un mensaje.
- Oyente crítico: tiene como objetivo juzgar tanto el contenido de la conversación como la fiabilidad del propio orador.
- Oyente centrado en las tareas: da forma a una conversación hacia una transferencia eficaz de información importante.
A continuación algunos consejos para mejorar las conversaciones:
Establecer por qué estoy escuchando.
Al entrar en una conversación, es importante considerar la posibilidad de reflexionar brevemente sobre cuáles son los objetivos de la conversación y cuál es la mejor manera de escuchar en ese momento.
Reconocer cómo escuchamos normalmente.
Nuestro estilo de escucha «habitual» puede estar saboteando nuestros objetivos. Es bueno identificar nuestro estilo y adaptarlo según sea el objetivo que queremos lograr con la conversación.
Tener en cuenta quién es el centro de atención.
Más allá de los estilos de escucha, la forma en que nos insertamos en la conversación cambia el foco de la atención conversacional. A menudo asumimos que interponer nuestras propias historias personales es un movimiento empático y de construcción de relaciones, pero impide escuchar todo el mensaje del otro. Si bien se puede interrumpir y, a veces, es útil para promover la conexión, cuando se hace sin saberlo, se corre el riesgo de alejar la conversación del orador.
Adaptar el estilo de escucha para lograr los objetivos de conversación.
Centrarse en el orador y los objetivos ayudará a adaptarse a las necesidades de la situación. Es conveniente tomarse un par de segundos para hacer una pausa y pensar antes de brindar una respuesta automática.
Por Fernando Piñeiro
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