¿Por Dónde Comenzar a Cambiar?

En un artículo titulado “¿Qué necesitan saber los líderes?”, Mons. Osvaldo Santagada definió que el problema que se nos presenta hoy es que los “mapas” usados en el pasado no nos sirven en el nuevo territorio de la sociedad actual. Los cambios históricos son tan profundos que – si bien la naturaleza humana sigue siendo la misma- los planos que conocíamos no nos permiten movernos en la “nueva ciudad”. La frustración actual se debe, en gran parte, a que nos aferramos a los mapas, planos y métodos antiguos. Y la frustración se hace mayor porque para cumplir la misión, nos dedicamos con terrible esfuerzo, a realizar tareas “que hay que hacer” y no realmente las que son estratégicas.

Cuando estamos bajo la presión de lo “que hay que hacer”, vivimos ocupados a tal extremo que ya no nos interesa saber si estamos haciendo lo correcto, lo bueno, lo verdadero. Hemos sido y somos saturados por planes y campañas que sólo nos dejan más ocupados que antes. Somos “ciudadanos de una tiranía de la acción”: tenemos tanto que hacer que no podemos tomarnos el tiempo para ver que hacemos y si está bien enfocada esa tarea. Debemos preguntarnos: ¿por qué hemos perdido el sentido, la vitalidad y el empuje?

Un líder es la persona capaz de asumir los riesgos y el coraje necesario para adecuarse a los cambios históricos. Los líderes son quienes son capaces de ver el futuro, llevar adelante la razón de existir de la empresa, y dar la vida por los valores.

Las preguntas esenciales

En estos tiempos de incertidumbre y cambio, tenemos una gran oportunidad de transformar nuestra realidad. Es oportuno plantearse algunas preguntas esenciales “¿Qué es nuestra empresa?” ¿Cuál es nuestro propósito y nuestra misión?

Una vez que se cuente con alguna respuesta para estas preguntas de fondo, deberíamos preguntarnos: ¿qué cambios pueden discernirse en el ambiente, qué modificaciones pueden venir que influyan significativamente sobre nuestro propósito y misión?, ¿qué deberíamos hacer para mitigar las amenazas y aprovechar las oportunidades?

A partir de allí se deberían deducir las metas y objetivos claros y elaborar prioridades de concentración que permitan desarrollar metas, fijar normas de realización y cumplimiento, establecer límites de tiempo, trabajar con el fin de obtener resultados concretos para el bien de la empresa y la comunidad donde se desarrolla.

Por Fernando Piñeiro

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