Preparando la Organización para el Futuro

El que no imagina, pierde.

Necesitamos un plan. El confinamiento y la cuarentena en cierta medida nos han paralizado. No es conveniente que esperemos para ver que vamos a hacer una vez que la “nueva normalidad” se materialice. 

Para poder adaptarnos y competir en el futuro incierto, tendremos que ser más dinámicos, convirtiendo nuestras organizaciones en equipos ágiles, que apunten a entender la necesidad del cliente y adapten la empresa a las nuevas realidades.

Pero, ¿cómo podemos formular una estrategia en medio de esta incertidumbre? Esta es la pregunta que todo empresario debe hacerse y su respuesta es fundamental.

Antes del COVID ya teníamos mucha incertidumbre debido a la situación económica, el cambio tecnológico y los cambios políticos. La incertidumbre nos viene acompañando desde hace tiempo. Las empresas están sobreviviendo y el foco está allí. Pero debemos mirar para adelante. Las decisiones que se tomen ahora repercutirán en el futuro.  Y no nos sirve basarnos sólo en la experiencia pasada y en ver cómo salimos de otras crisis. 

Necesitamos imaginar diferentes futuros y diferentes escenarios. Para definir esta estrategia tenemos que hacer una constante exploración de los diferentes horizontes a los cuales podemos llevar a nuestra empresa y “repensar el futuro”. El pasado nos puede dar pistas, pero lo importante es imaginar el futuro. 

No podemos bajar los brazos. Cuando Franklin Roosevelt asumió en 1933 la presidencia de Estados Unidos, ese país (y el mundo entero) se encontraba en medio de la peor crisis económica y social de su historia. Todo había cambiado. La gente estaba devastada. El imaginó un futuro diferente y propuso un nuevo plan (“New Deal”) que movilizó a todos y los puso en poco tiempo en un camino de crecimiento.

¿Cómo podemos hacerlo?

1. Invitando al personal a participar en este proceso.
2. Escuchar a todos e identificar las distintas visiones y supuestos que se planteen.
3. Imaginar distintos escenarios futuros
4. “Vivir” esos escenarios y pensar cómo se pueden llegar a materializar.
5. Definir posibles estrategias e Identificar los posibles cursos de acción concretos para materializar estas estrategias.

El futuro es un esencial componente de las acciones que tomamos en el presente. En este momento tenemos que explorar nuevas competencias para nuestras empresas. Como dice Peter Scoblic llegó la hora de “institucionalizar la imaginación”.

Por Fernando Piñeiro

En Q-Management contamos con profesionales preparados para asesorar en “Forma Remota”  a las Empresas en este momento de incertidumbre.

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