¿Cómo elegir la estrategia correcta?
Fundamento de la ventaja competitiva.
Las mismas estrategias no funcionan igual en todas las empresas. Es importante para los líderes aprender a seleccionar las estrategias adecuadas en el momento oportuno.
Los mercados y la competencia están cambiando en forma acelerada. Para saber cuándo aplicar una estrategia, los líderes deben comprender que la decisión depende de las circunstancias, de los recursos de la empresa y de cómo vincularlos.
- Analizar las circunstancias. En esta instancia, es recomendable identificar con claridad a los competidores, proveedores y clientes, las barreras de entrada y de salida del mercado, y determinar si la industria donde se desarrolla la empresa es estable, dinámica o está en un punto intermedio. A su vez, es imprescindible considerar las circunstancias particulares de la empresa, sobre todo teniendo en cuenta sus fortalezas y debilidades.
- Ciclo de vida de los productos. Preguntarse dónde se encuentran los productos de la empresa en términos del ciclo de vida. En las industrias estables con estándares bien definidos las expectativas son claras, los ciclos conocidos y pocos competidores pueden realizar innovaciones anticipadas. En cambio, en las industrias dinámicas, los ciclos de vida son breves, los productos son diversos y cualquier competidor puede irrumpir en el mercado con una innovación.
- Evaluar los recursos disponibles. Analizar con qué recursos tangibles e intangibles cuenta la empresa en el corto y mediano plazo. Revisar cuales son los vínculos entre los recursos y como se potencian entre sí (Planta, locales comerciales, logística, infraestructura tecnológica, etc.).
- Elegir una estrategia. La ventaja competitiva que se obtenga dependerá, primero, de la elección estratégica que se haga, de establecer reglas simples que la guíen, y de crear y combinar los recursos para defenderla. Las empresas suelen defender sus posiciones mediante combinaciones de recursos que sus competidores no pueden imitar con facilidad.
- Mantener la ventaja competitiva. Para ello, se torna fundamental analizar el proceso estratégico en forma periódica y renovar los recursos y reforzar los vínculos, como por ejemplo mejorar la capacidad de producción asociándola con la logística y los puntos de venta. A su vez, hay que seleccionar adecuadamente las oportunidades y darle una clara prioridad a su abordaje. Si el flujo de oportunidades pierde atractivo o surgen corrientes de oportunidades más interesantes, es momento de reorientarse.
No hay una única estrategia. La forma de obtener una ventaja en el mercado la dictarán las circunstancias. Es probable que cuando se crea que se está en el camino correcto con una estrategia determinada, sea el momento para repensarla y cambiarla.
Por Fernando Piñeiro
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