¿Comó lograr un programa eficaz de capacitación?
Invertir y obtener los resultados deseados.
Las empresas destinan sumas importantes en diversos programas de capacitación para el desarrollo de su personal. Los directivos se plantean la siguiente pregunta: ¿Fue dinero perdido o sirvió para enseñar nuevas habilidades que beneficien a la empresa como a su gente?
Para lograr que un programa de capacitación sea eficaz, hay diversos elementos que deben tenerse en cuenta:
Evaluar y planificar. El primer paso para lograr un programa exitoso es tomarse el tiempo necesario para evaluar, con espíritu crítico, que capacitaciones necesita la empresa y planificarlas estratégicamente.
Involucrar a los gerentes y jefes para que apoyen el programa de capacitación. Con frecuencia cuando los empleados se muestran reticentes a aprender una nueva técnica es porque temen que esté en contradicción con los métodos de sus jefes. No hay que imponer un temario forzado, sino permitirles que digan cuáles son las habilidades que consideran que la gente de su área debe adquirir. Hacerlos participar sobre el contenido de la capacitación a brindar.
La capacitación debe guardar relación con las necesidades críticas de la empresa. El entrenamiento debe alinearse con el trabajo real. Para vincular la capacitación con el trabajo actual, es recomendable solicitar a los participantes que traigan ejemplos concretos de los que están manejando. A medida que avanza el programa, revisar con ellos si van aplicando en la práctica lo que van aprendiendo.
El formato de la capacitación debe ser el adecuado. Para encontrar el formato adecuado hay que analizar, en cada caso, la mezcla que surge al combinar el tema con el ambiente y la realidad actual del trabajo.
Es conveniente, utilizar un enfoque basado en un conjunto de herramientas, formas simples que puedan ayudar a los participantes a organizar la información y a resolver problemas.
Evitar el exceso de material de lectura. La gente no está en sí interesada en la teoría. Prefieren información práctica que puedan utilizar de inmediato.
Tener en cuenta que los empleados, ocupados y cansados, pueden no estar abiertos al aprendizaje.
La pandemia nos llevó al modelo de e-learning, aunque muchas veces se debe evaluar la posibilidad de realizar ejercicios presenciales que enriquezcan al grupo.
Realizar un seguimiento posterior. Es crucial que los instructores sigan trabajando con quienes fueron capacitados, para asegurarse de que las habilidades aprendidas se apliquen en el trabajo. Como pide la norma ISO 9001:2015, también es necesario verificar la eficacia de la capacitación recibida por cada persona en el desempeño de sus tareas.
Por Fernando Piñeiro
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