Realizar Preguntas: Una herramienta poderosa
Una habilidad prioritaria para lideres y jefes
En nuestra vida cotidiana las preguntas cumplen un rol fundamental, tanto para conocer a los demás, como para desarrollar una conversación, obtener información o negociar. Aunque preguntar parece algo muy sencillo, la mayoría de las personas tienen dificultades para hacer buenas preguntas.
Como plantean Alison Brooks y Leslie John su artículo de la revista Harvard Business Review “The surprising power of questions”, las preguntas cumplen un rol fundamental en la jornada laboral de un líder.
A diferencia de los periodistas o abogados, a quienes se les enseña a hacer preguntas como una parte esencial de su trabajo, quienes lideran organizaciones no reciben esa formación, con lo cual es imprescindible que la adquieran por sí mismos.
En el artículo mencionado, se plantean distintas ideas para realizar preguntas:
El primer paso consiste en analizar qué tipo de pregunta conviene utilizar en los distintos momentos de la conversación:
- Introductorias (“¿Cómo estás?” ¿Cómo van los objetivos del área?);
- Espejo (“Yo estoy bien, ¿y vos cómo estás?”;
- Cambiantes (una pregunta que cambie de tema);
- De fácil seguimiento (son las que amplían la conversación e invitan al otro a preguntar);
- Para conseguir más información (“¿Para que?” “¿Por qué?”).
Es conveniente que las preguntas que se vayan haciendo demuestren que se está escuchando y que transmitan interés y respeto por la otra persona,
Segundo, conviene analizar, cómo y cuándo mantener preguntas abiertas, para lograr profundizar la información que se requiere obtener.
Tercero, prestar atención a la secuencia correcta, desarrollando el orden más óptimo dependiendo del momento y las circunstancias. Esto se debe ya que muchas veces el orden de las preguntas puede cambiar radicalmente la conversación, al condicionar las respuestas.
Por último, usar el tono adecuado, debido a que no es lo mismo un tono más casual y relajado, para algunas preguntas, que un tono más serio y neutral para otras. Además, esto brindará una intención más concreta sobre lo que se quiere preguntar.
Por consiguiente, dependiendo de cómo se hayan realizado las preguntas, se obtendrán mejores respuestas y se logrará una conversación valiosa. Un buen formulador de preguntas es también un excelente oyente, que escucha con atención las respuestas recibidas.
Por Ma. Guadalupe Piñeiro
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